La tasación de negocio en marcha es un proceso que permite determinar el valor de una empresa considerando diversos elementos, como activos fijos, circulantes, pasivos, marca, tecnología y el entorno económico y técnico de la organización. El propósito de esta tasación es realizar un análisis integral que valore la empresa como un negocio en funcionamiento, utilizando metodologías de flujos de efectivo descontados ajustados por una tasa de descuento adecuada.

En este análisis, se incluye la tasación comercial de los activos fijos, que se refiere al costo mínimo que tendría la empresa como negocio en marcha. Se evalúan aspectos como costos de fletes, mano de obra, gastos de importación, ingeniería e instalación. Además, se toman en cuenta factores como el estado físico, la obsolescencia, el mantenimiento y la situación del mercado, lo que permite determinar el costo total de los activos fijos.

Una empresa en marcha es una entidad económica que tiene la expectativa de continuar operando en el futuro. La definición de negocio en marcha se basa en supuestos que sustentan la Norma de Información Financiera A-2, lo que indica que se considera una entidad que generará beneficios económicos continuos.

El concepto de negocio en marcha considera la tasación de la empresa como un negocio con operación continua a valor presente (flujos descontados). Esto implica que se favorece el valor financiero de un activo durante un periodo de vida indefinido. Para una correcta valoración, es fundamental analizar los activos en su totalidad y hacer una re-tasación que permita determinar su valor actualizado en función del propósito empresarial.

Este estudio puede incluir distintas categorías de valor, como valor de liquidación, «valor razonable» y «valor estratégico o de inversión». Estas categorías son útiles según la situación específica de la organización y las decisiones estratégicas que puedan tomar los accionistas.